El adjetivo mayor se emplea en construcciones comparativas de superioridad. La duda que se les plantea aquí a muchas personas es cuándo se debe decir mayor que… y cuándo mayor de…
La construcción que se emplea normalmente es mayor que, así que empezaremos por ella. La conjunción que se utiliza cuando estamos comparando dos entidades diferentes, por ejemplo:
(1) Mi Rolls Royce es mayor que tu Mercedes.
Aquí estamos contraponiendo dos entidades: mi Rolls Royce (A) y tu Mercedes (B). Por tanto, la construcción que tenemos es de este tipo:
(2) A es mayor que B
Mayor de, por su parte, representa un caso especial dentro de las comparaciones. Aquí no vamos a encontrar dos entidades A y B, sino una diferencia de grado o de cantidad que es aplicable a una única entidad:
(3) Su precio es mayor de 400 000 euros.
En (3) buscaremos en vano dos entidades A y B. Lo que podemos imaginarnos es una escala con la palabra precio y una aguja que apunta a algún lugar dentro de esa escala. Dentro de la escala de precios, el de mi coche se puede situar por encima de los 400 000 euros (mayor) o por debajo de este valor (menor).
Es típica la construcción mayor de lo que, que tenemos ejemplificada aquí:
(4) Su lujo es mayor de lo que esperaba.
En (4) podemos imaginar una escala de lujo. Dentro de esta escala hay un punto: el lujo que yo esperaba de mi nuevo coche. El lujo real que he encontrado se sitúa por encima de ese punto (por tanto, es mayor).
El ejemplo (4) podemos transformarlo fácilmente en esto otro:
(5) Su lujo es mayor de lo esperado.
Nuevamente, tenemos una escala con un punto de referencia y un valor que se sitúa por encima de ese punto.
Esta explicación es específica para mayor que, mayor de; pero resulta aplicable, mutatis mutandis, a otras estructuras comparativas.
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