El maratón es una carrera de algo más de 42 kilómetros. Se corrió por primera vez en los Juegos Olímpicos de 1896, que se celebraron en Atenas y fueron los primeros de la Edad Moderna. Su inventor fue un lingüista, quien también acuñó el nombre de la carrera en cuestión. Vamos a desenmarañar la historia que hay detrás.
Fue el lingüista francés Michel Bréal quien le sugirió a Pierre de Coubertin que se introdujera en el programa de los Juegos Olímpicos una carrera para conmemorar la hazaña del soldado Filípides en el año 490 a. de C. Supuestamente, Filípides se lanzó a la carrera hasta Atenas para anunciar a sus compatriotas la victoria de las tropas griegas frente a los persas en el campo de batalla de Maratón.
Bréal no solo aportó la idea de la carrera y le puso nombre, sino que pagó de su bolsillo la copa de plata que se le entregó al ganador. Se conserva incluso una carta en la que Bréal discute con Coubertin los preparativos para la nueva prueba deportiva y menciona la copa. Traduzco del francés el fragmento pertinente:
Ya que va usted a Atenas, mire a ver si se pudiera organizar una carrera desde Maratón al Pnyx. Eso aportaría un sabor antiguo. Si supiéramos el tiempo que tardó el guerrero griego, podríamos fijar el récord. Yo, por mi parte, reclamaría el honor de regalar «la copa de Maratón».
La carrera fue todo un éxito y su nombre se hizo un lugar en el vocabulario de las lenguas del mundo. Como podemos ver, se trata en realidad de una aportación francesa sobre una palabra de origen griego. Por cierto, márathon en griego es un sustantivo común que significa ‘hinojo’. La ciudad de Maratón recibió ese nombre porque estaba edificada entre campos de hinojo.
Cuando usemos el sustantivo maratón en nuestro idioma, tenemos que prestar atención a lo siguiente. Esta palabra es originariamente de género masculino: el maratón. No obstante, se ha extendido su uso en femenino porque se trata de una carrera: la (carrera conocida como) maratón. Hoy día se aceptan los dos géneros. Puedes utilizar tranquilamente el que más te guste.
En cuanto a la ortografía, conviene recordar que maratón se escribe con minúscula porque es un sustantivo común, aunque tenga su origen en un nombre propio.
A partir del significado básico de ‘carrera de larga duración’ se ha desarrollado otro figurado. Un maratón es hoy también una actividad larga e intensa. Así, celebramos maratones de fotografía o, si somos estudiantes, podemos tener un maratón de exámenes por delante.
Sus derivados en español son tres, principalmente. Maratoniano, na es un adjetivo que significa ‘relativo al maratón’, aunque también puede utilizarse sustantivado para nombrar a la persona que participa en esta carrera. Maratonista es propiamente la persona que corre un maratón. Y además encontramos en algunos países la forma maratónico, que es una variante de maratoniano.
Y esta es la hermosa historia de la palabra maratón. Michel Bréal no solo tuvo tiempo para ser uno de los padres de la lingüística moderna, sino que le dejó a la humanidad una de las grandes pruebas atléticas de todos los tiempos. Y hasta pagó la copa de su bolsillo.