La Ortografía de la lengua española introdujo novedades en la escritura de los numerales. Por tanto, si aprendiste estas reglas hace un tiempo, te conviene actualizarte.
Y si pasaste por el sistema educativo en fecha más bien reciente, estudia esto sin falta porque probablemente nadie te dio la oportunidad de aprenderlo; pero lo vas a necesitar en cuanto te pongas a escribir.
Esta lección es una muestra del curso El punto sobre la i.
No te olvides de descargarte las tablas. Las encontrarás más abajo.
Vídeo
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Te resumo en forma de tabla cuándo se escriben los cardinales juntos o separados
Los siguientes numerales cardinales se escriben en una sola palabra y tradicionalmente se han escrito así. Los encontrarás en el Diccionario de la lengua española.
10 | diez | 20 | veinte |
11 | once | 21 | veintiún, -uno, -una |
12 | doce | 22 | veintidós |
13 | trece | 23 | veintitrés |
14 | catorce | 24 | veinticuatro |
15 | quince | 25 | veinticinco |
16 | dieciséis | 26 | veintiséis |
17 | diecisiete | 27 | veintisiete |
18 | dieciocho | 28 | veintiocho |
19 | diecinueve | 29 | veintinueve |
Estos otros también se escribían siempre unidos. Mantienen esa grafía con las reglas actuales. También constan en el Diccionario de la lengua española.
200 | doscientos | 600 | seiscientos |
300 | trescientos | 700 | setecientos |
400 | cuatrocientos | 800 | ochocientos |
500 | quinientos | 900 | novecientos |
Los de la tabla siguiente se han escrito tradicionalmente separados. Esa grafía sigue siendo perfectamente válida (es más, se prefiere). No los encontrarás en el Diccionario de la lengua española.
31 | treinta y un, uno, una |
32, 33, etc. | treinta y dos, treinta y tres, etc. |
41 | cuarenta y un, uno, una |
42, 43, etc. | cuarenta y dos, cuarenta y tres, etc. |
[…] | |
92, 93, etc. | noventa y dos, noventa y tres, etc. |
No obstante, desde 2010 puedes escribirlos fusionados con toda la tranquilidad del mundo. Las variantes siguientes se aceptan también, aunque carecen de artículo propio en el Diccionario de la lengua española:
31 | treintaiún, -uno, -una |
32, 33, etc. | treintaidós, treintaitrés, etc. |
41 | cuarentaiún, -uno, -una |
42, 43, etc. | cuarentaidós, cuarentaitrés, etc. |
[…] | |
92, 93, etc. | noventaidós, noventaitrés, etc. |
Los que te muestro a continuación se escribían separados ayer, hoy y siempre. Bueno, lo de siempre habría que verlo. Quién sabe las emociones que nos deparará la próxima edición de la Ortografía.
ciento uno (101), ciento dos (102) |
doscientos once (211), trescientos veintiocho (328) |
mil uno (1001), dos mil ciento treinta (2130) |
diez mil cuatrocientos veintidós (10 422) |
ciento cincuenta mil doscientos sesenta (150 260) |
un millón (1 000 000) |
etc. |
Te dejo aquí estas tablas en PDF. Descárgatelas y guárdalas como referencia.
Escritura de los ordinales en una palabra o en varias
Los numerales ordinales expresan orden (como su propio nombre indica):
(1) Terminé la carrera en tercera posición.
(2) Vive en la quinta planta.
Tradicionalmente, algunos se escribían juntos y otros, separados. Esta división se corresponde hasta cierto punto con la que acabas de estudiar para los cardinales. El límite se situaba en el 29.º (vigesimonoveno).
Hasta 29.º
Hasta 29.º (inclusive) se prefería la escritura en una sola palabra, por ejemplo:
(3) decimocuarto
(4) vigesimosegundo
Esa grafía se corresponde con la pronunciación de estos numerales. En la lengua actual, el primer elemento suele perder el golpe de voz que normalmente le correspondería:
(5) [bijesimosegúndo]
Te conviene tener en cuenta lo siguiente. Los ordinales décimo y vigésimo llevan tilde cuando se escriben como palabras independientes. Sin embargo, la pierden cuando se fusionan, como puedes ver en los ejemplos de arriba. En las palabras compuestas, solamente recibe tilde el último elemento si es que le corresponde según las reglas generales.
Además, los ordinales 11.º y 12.º plantean dudas a muchas personas. Las formas tradicionales son estas:
(6) undécimo
(7) duodécimo
Estas son las que heredamos del latín y siguen siendo las formas de prestigio. Se escriben obligatoriamente unidas. No obstante, ya se admiten también estas variantes:
(8) decimoprimero
(9) decimosegundo
Estas otras surgieron en época más reciente por analogía con decimotercero, decimocuarto, etc.
En la lengua actual, lo normal es que la marca de plural aparezca al final de los ordinales compuestos:
(10) decimoquintos
Lo mismo ocurre con la marca de femenino:
(11) vigesimoprimera
Esto me sirve para enlazar con otra cuestión. Hemos dicho que hasta 29.º se prefieren las formas fusionadas. No obstante, en esta serie se admitían también las variantes separadas. No eran las preferidas, pero también servían (y siguen sirviendo). No es un error escribir décimo octavo, vigésimo sexto.
Esto es una diferencia en comparación con lo que estudiaste para los cardinales. Eso sí, ten en cuenta que las variantes separadas exigen que el plural y el femenino se marquen en las dos palabras:
(12) Somos los décimos octavos de la clasificación.
(13) Esta es la vigésima sexta edición.
Ya te advierto que las formaciones de los dos ejemplos anteriores han desaparecido prácticamente de la lengua actual.
De 31.º en adelante
¿Y qué pasaba de 31.º en adelante? Estos otros ordinales se escribían tradicionalmente en dos palabras:
(14) trigésimo cuarto (34.º)
(15) cuadragésimo séptimo (47.º)
En la práctica, esto resulta poco relevante porque los ordinales que van más allá de 29.º han desaparecido del uso corriente. Conservan claramente su vitalidad los que se sitúan entre primero y décimo. Se emplean con relativa frecuencia los que van desde undécimo hasta vigesimonoveno. Aun así, dentro de esta serie ya es muy frecuente utilizar el cardinal correspondiente en su lugar:
(16) El ascensor se detuvo en la planta veintitrés.
Esta práctica es perfectamente correcta y, casi siempre, es la más adecuada. Cuenta con las bendiciones de las Academias de la Lengua.
De 31.º en adelante casi te diría que te puedes olvidar de los ordinales. La mayoría de los hablantes son incapaces de entender palabras como estas:
- quincuagésimo (50.º),
- nonagésimo (90.º).
Eso es cuando las oyen o se las encuentran escritas. Si tuvieran que emplearlas activamente, no atinarían con ellas aunque dependiese de ello su vida.
Por tanto, lo que te voy a contar a continuación puedes tratarlo como una anécdota lingüística. La Ortografía de 2010 ya admite también formas fusionadas como trigesimonoveno, cuadragesimoquinto, etc.
En el Diccionario de la lengua española vas a encontrar los ordinales simples (primero, cuarto, décimo, vigésimo, trigésimo, etc.). De los compuestos, solamente recoge los que van desde undécimo hasta decimonoveno. Por tanto, la ayuda que te va a prestar es limitada. Quizás sea una indirecta que te lanzan nuestros académicos para que abandones ese camino.
Te resumo en forma de tabla qué ordinales se usan más y cuáles se emplean poco o nada.
1.º-10.º | Conservan su vitalidad |
11.º-29.º | Se usan a veces, pero alternan con los cardinales |
31.º en adelante | Han desaparecido del uso corriente (se sustituyen por los cardinales) |
Numerales fraccionarios
Los numerales fraccionarios expresan una porción de una unidad, por ejemplo:
(17) Me correspondió un quinto de la herencia.
En este ejemplo, la unidad es la herencia. Esta se divide en cinco partes iguales y yo me quedo con una.
Los numerales fraccionarios se escriben siempre en una sola palabra. Da igual lo largos que sean:
(18) Me comí un dieciseisavo de la tarta.
(19) Controlo un treintaidosavo del capital de la empresa.
(20) Mi felicidad duró una diezmillonésima de segundo.
Aprovecho para aclarar un detalle. Acabo de decir que estos numerales se escriben en una sola palabra. Sin embargo, la escritura del siguiente ejemplo es correcta:
(21) Me conformo con dos diezmilésimas de la fortuna de Elon Musk.
Ahí corresponde escribir en dos palabras porque tenemos dos numerales diferentes: uno de tipo cardinal (dos) y otro fraccionario (diezmilésimas). Cuando escribimos eso en forma de fracción, el primer numeral se convierte en el numerador y el segundo, en el denominador: 2/10000. Es el denominador el que se corresponde con el numeral fraccionario de nuestro ejemplo.
No hay que confundir los fraccionarios con los ordinales. Estos últimos andan de capa caída en la lengua actual, como mencioné en la lección anterior. Por eso, muchas personas los sustituyen incorrectamente por los fraccionarios:
(22) Es el cuarentaiseisavo presidente de Estados Unidos.
Un cuarentaiseisavo es el resultado de tomar una unidad y partirla en cuarenta y seis trocitos iguales. En el caso de un jefe de Estado, estaríamos hablando de un magnicidio, que es un delito muy castigado. Si quieres evitar una atrocidad, puedes hablar del presidente número cuarenta y seis, por ejemplo. En teoría, podrías utilizar el ordinal correspondiente:
(23) Es el cuadragésimo sexto presidente de Estados Unidos.
Digo en teoría porque, en ese caso, te expresarías con corrección; pero de manera poco adecuada (sobre todo, si quieres que alguien te entienda). Las propias Academias de la Lengua te advierten que esas formas se siguen considerando correctas, pero que vale más evitarlas.
En caso de duda, encontrarás los numerales fraccionarios en el Diccionario de la lengua española.