Cantimplora es un catalanismo. Según explica Coromines en el Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, procede de la expresión canta i plora:
Cantimplora < canta i plora (en catalán ‘canta y llora’)
El nombre se basa, por tanto en una metáfora. Los hablantes que empezaron a utilizar esta denominación creyeron percibir una semejanza entre el ruido que hacía el líquido en el recipiente y el sonido, unas veces, de las canciones, y otras, del llanto. Detrás de esta metáfora, por tanto, está la personificación de un objeto inanimado.

Sebastián de Covarrubias explica así la voz cantimplora en su Tesoro de la lengua castellana o española:
Es una garrafa de cobre con un cuello muy largo, para enfriar en ella el agua o el vino metiéndola y encerrándola en la nieve o meneándola dentro de un cubo con la dicha nieve, cosa muy conocida y usada en España y en todas partes. Díxose cantimplora porque al dar el agua o el vino que tiene dentro, por razón del aire que se encuentra en el dicho cuello, suena en muchas diferencias, unas baxas y otras altas, unas tristes y otras alegres, que parece cantar y llorar juntamente (Covarrubias: cantimplora)