Algunas comas son como los calcetines: siempre van de dos en dos. Si pones la una y no pones la otra, algo has hecho mal.
Las comas más importantes que se usan por pares son las de los incisos que se incrustan en el interior de una oración. Es un error escribir solo una de estas comas:
(1) La marquesa, herida por las palabras de su amante se encerró en su habitación. [incorrecto]
Lo que se debería escribir aquí es esto otro:
(2) La marquesa, herida por las palabras de su amante, se encerró en su habitación. [correcto]
Las comas de los incisos no se ven afectadas por restricciones básicas de puntuación como la que impide separar sujeto y verbo con una coma.
También se tienen que usar por pares las comas de los vocativos:
(3) Es mi obligación advertirte, querida Carolina, que toda la familia reprueba tu relación con ese tal Sisebuto.
Cuando un inciso o un vocativo aparecen al principio o al final de una oración, únicamente encontraremos escrita una coma, pero lo que tenemos que considerar aquí es que las de los extremos se caen:
(4) Herida por las palabras de su amante, la marquesa se encerró en su habitación.
(5) Es mi obligación advertirte que toda la familia reprueba tu relación con ese tal Sisebuto, querida Carolina.
No debemos olvidar tampoco las comas que acompañan a ciertas correlaciones, como ya… ya…, bien… bien…, etc.:
(6) Carolina seguirá adelante con su relación, ya sea con la aprobación de sus familiares, ya sea enfrentándose a ellos.
Si únicamente escribiéramos una de ellas y no la otra, estaríamos cometiendo una falta de puntuación.
El tener claro que algunas comas se utilizan por pares y otras, en cambio, se utilizan aisladas, simplifica el aprendizaje de las reglas de puntuación.