Di lo que tienes que decir y dilo pronto. Este es el primer mandamiento de la escritura en Internet. Esto, que es necesario casi siempre, se vuelve vital en los textos que escribimos para la Red.
En primer lugar, la cantidad de información que hay disponible en Internet es ingente. Por eso, nuestro lector no va a andar esperando a que tengamos a bien contarle algo interesante dentro de tres o cuatro párrafos. Si no captamos su atención inmediatamente, saltará a otro sitio donde podrá saciar su curiosidad. Además, la lectura en pantalla es muy diferente de la lectura en papel. Las condiciones de recepción resultan menos propicias para concentrarse, sobre todo hoy que gran parte de esta lectura se hace en teléfonos y otros dispositivos móviles mientras viajamos en el autobús o esperamos a un amigo. En otro apartado nos ocuparemos de la cuestión de la lectura en pantalla y las exigencias que esta plantea para el bloguero.
La información importante tiene que aparecer al principio. Tu escrito tiene que ser Crónica de una muerte anunciada y no una novela de detectives tipo Sherlock Holmes. Tienes que anunciar lo más importante de tu texto desde el principio. Después podrás ir desarrollándolo, matizándolo y aclarándolo. Debes tener presente además que muchos lectores abandonan antes de llegar al final. Por eso se relega lo secundario a las últimas posiciones.
Nota: Este artículo está tomado del libro Escribir un blog y que te lean. Las dos partes son igual de complicadas: la de escribir y la de conseguir lectores. Sin embargo, haciendo las cosas bien, deberían ser alcanzables. Échale un vistazo al libro.