Los latinismos siguen las pautas de formación del plural de los préstamos integrados en el español. Por tanto, los que presentan terminaciones que podrían ser españolas simplemente siguen el modelo español correspondiente:
(1) la ratio > las ratios (igual que el patio > los patios)
(2) el nomenclátor > los nomenclátores (igual que el sabor > los sabores)
(3) el corpus > los corpus (igual que el lunes > los lunes)
El ejemplo (1) termina en vocal átona y, por tanto, para formar su plural simplemente tenemos que calcar el de sustantivos o adjetivos castellanos que también terminen en vocal. En cambio, (2) y (3) terminan en consonante. Nos tenemos que fijar en estos casos en sustantivos o adjetivos que acaben en la consonante correspondiente. Nomenclátor sigue el modelo de palabras como sabor, rigor, etc. Corpus, por su parte, toma como modelo lunes (ten en cuenta que el plural de los sustantivos y adjetivos terminados en -s varía dependiendo de la posición del acento).
Los latinismos que presentan terminaciones que son ajenas al español añaden -s:
(4) el ultimátum > los ultimátums
(5) el déficit > los déficits
No obstante, cuando existe una forma castellanizada, también podemos recurrir a esta. Es más, la Academia prefiere que echemos mano de estas castellanizaciones siempre que sea posible. Por ejemplo, el latinismo pódium tiene un plural pódiums; pero como existe la adaptación podio, podemos perfectamente emplear el plural podios.
Hay que aclarar todavía que las locuciones latinas se apartan de lo que hemos explicado arriba. Son locuciones las expresiones formadas por dos o más palabras. Estas se mantienen siempre invariables en plural:
(6) el curriculum vitae > los curriculum vitae
El ejemplo (6) contrasta con el tratamiento que recibe la palabra currículum cuando se emplea aislada. Esta da lugar a un plural currículums que sigue el modelo del ejemplo (4). Fíjate además en que la expresión curriculum vitae se escribe sin tilde, a diferencia de lo que ocurre con currículum. Esto es así porque en las locuciones se respeta la ortografía del latín y en esta lengua no había tilde.