Inconsútil es una de mis palabras favoritas. Este adjetivo significa ‘sin costuras’. No tiene nada que ver con sutil, sino que procede del latín inconsutilis, donde podemos reconocer la misma raíz que en sutura. El elemento -con- nos da la idea de ‘uno con otro’, mientra que in- posee valor negativo.
Por tanto, el adjetivo inconsútil se refiere etimológicamente a cosas que no están cosidas unas con otras, a cosas sin costuras. Veamos un ejemplo de uso:
(1) Las venas azules seguían latiendo bajo una blanquísima membrana inconsútil que enfundaba todo su cuerpo [Augusto Roa Bastos: Vigilia del almirante].
En (1), el adjetivo se aplica a una membrana en la que no se aprecian costuras ni zonas de unión, una película de una sola pieza que recubre el cuerpo en su totalidad.
Antes he avisado de que esta palabra no tiene nada que ver con sutil porque más de uno se cree que es una forma más interesante o más importante de decir esto último. La confusión se ve favorecida por el hecho de que inconsútil sea una palabra culta y, por ello mismo, poco usada.
Donde más éxito ha tenido es en la tradición cristiana. Se utiliza para hablar de la túnica de Jesucristo, que, al parecer, era de una sola pieza:
(2) Para ilustrar la unidad de la comunidad cristiana, centrada en la unidad del amor del Espíritu Santo, recurre también al símbolo de la túnica inconsútil de Jesucristo. “Allí estaba la túnica, dice el Evangelista, tejida de arriba abajo sin costura […]” [Salvador Vergés: Imagen del espíritu de Jesús].
En resumen, inconsútil significa ‘sin costuras’ (y solamente ‘sin costuras’). No es una forma superferolítica de decir sutil.