No es lo mismo aprensivo, va que aprehensivo, va. Antes de meternos en explicaciones, te voy a contar un secreto: si no te dedicas a la filosofía, lo más probable es que nunca tengas oportunidad de utilizar aprehensivo correctamente.
Una persona aprensiva es la que tiene miedo a las enfermedades. Todos conocemos a alguien que en cuanto le duele la cabeza ya se piensa que se la van a tener que extirpar (o que cree que le va a sentar mal todo lo que coma fuera de casa). Te propongo el siguiente ejemplo de uso:
(1) Había un señor muy aprensivo respecto de sus propias enfermedades y sobre todo, muy temeroso del día en que le llegara la muerte [Jorge Bucay: Recuentos para Demián].
En general, la persona aprensiva tiende a creer que le va a suceder todo tipo de males. Naturalmente, estos miedos tienen que ser infundados. De lo contrario, no estamos ante un aprensivo, sino ante alguien que se enfrenta a un peligro cierto o, por lo menos, probable.
Después tenemos aprehensivo, va, que es de la familia de aprehender. Digamos que aprehender es captar algo con el entendimiento o con los sentidos. Es un verbo que tiene que ver con la cognición y la percepción (y que no debemos confundir con aprender). Lo que me importa es que aprehensivo, va es un adjetivo que se aplica a nociones que se relacionan con el acto de captar algo mediante la mente o los sentidos. Estamos aquí ante léxico especializado que encuentra su ámbito en disciplinas como la filosofía o la psicología. Vamos a ver tú y yo un ejemplo de su uso. Enseguida vas a percibir a qué me refiero:
(2) El análisis noológico de Zubiri se desarrolla en el orden del acto aprehensivo en cuanto tal. Como la aprehensión consiste en ser mera actualización de realidad en el sentir intelectivo, el orden del acto aprehensivo es el orden de la actualización intelectiva [Samuel Yáñez Artus: La noología de Xavier Zubiri: un análisis de la aprehensión humana].
El ejemplo (2) lo he tomado de un estudio especializado sobre la obra del filósofo español Xavier Zubiri. Creo que sirve para hacerse una idea del tipo de textos en que puede encontrar su lugar un término como aprehensivo. Si el tono y el tema de lo que estás diciendo o escribiendo tienen poco que ver con lo que encuentras en el ejemplo (2), no lo dudes: tú querías decir aprensivo sin más.