El verbo cuadruplicar significa ‘multiplicar por cuatro’. Te propongo el siguiente ejemplo de uso:
(1) Según dicho censo, Roma tiene ahora mismo cerca de doscientos cincuenta mil habitantes. Gracias a eso, puede alistar fácilmente a cincuenta o sesenta mil hombres para sus legiones. Contando con sus colonias y con las ciudades aliadas puede triplicar o incluso cuadruplicar esa cifra.
Javier Negrete: Alejandro Magno y las águilas de Roma
Esta es la forma que hemos heredado directamente del latín clásico. Es la que se considera más culta y la que resulta más del gusto de las Academias de la Lengua.
La segunda u de cuadruplicar se entiende mejor si tenemos en cuenta que este verbo forma parte de una serie:
triple | triplicar |
cuádruple | cuadruplicar |
quíntuple | quintuplicar |
séxtuple | sextuplicar |
séptuple | septuplicar |
Cuando lo miramos así, esa u tiene todo el sentido del mundo. Es más, nos damos cuenta de que la forma excepcional es, si acaso, triplicar. Pero ¿qué decimos con más frecuencia: triplicar o cuadruplicar? Sin duda, triplicar. Esa mayor frecuencia ha dado pie a que un verbo influya en el otro. Así han surgido las variantes cuadriplicar y cuatriplicar, que toman a triplicar como modelo. Este tipo de cambios son habituales en la historia de nuestra lengua y de todas las lenguas del mundo. De hecho, constituyen uno de los mecanismos básicos del cambio lingüístico en general. El fenómeno en sí se conoce en lingüística como analogía. Tiende a llevar las palabras menos frecuentes por el camino de las más frecuentes.
¿Y qué tienen que decir nuestras queridas Academias de la Lengua sobre las variantes cuadriplicar y cuatriplicar? No es que den saltos de alegría, pero tampoco las rechazan. En el momento en que escribo este artículo (2021), siguen dando prioridad a cuadruplicar. Así nos lo hacen saber en el Diccionario panhispánico de dudas y en el Diccionario de la lengua española. Pero una y otra obra recogen cuadriplicar y cuatriplicar como variantes que están ahí y que resultan aceptables en el uso.
¿Entonces podemos decir también quintiplicar, sextiplicar, septiplicar? Me temo que no. O, por lo menos, no con las bendiciones académicas. Lo que conviene en estos casos es quintuplicar, sextuplicar, septuplicar. De todos modos, son verbos con una frecuencia de uso bajísima, por lo que hay pocas probabilidades de que se te presente el problema.
Y ahora, por si te interesa, te voy a dar mi modesto consejo: tampoco te obsesiones. Cuadruplicar, cuadriplicar y cuatriplicar son variantes que están muy próximas. Las tres son aceptables y presentables. Para la vida diaria, sirve cualquiera de ellas. Y si por algún motivo tienes necesidad de afinar mucho, acuérdate de la tablita de arriba y así caerán todas las vocales automáticamente en su sitio.