Lección
En español, los signos de interrogación y de exclamación los usamos por pares: uno de apertura y otro de cierre. Este es el esquema:
¿ ?
¡ !
Por tanto, necesito aclarar lo que ocurre con la mayúscula después de uno y otro signo: el de cierre y el de apertura. Voy a empezar por el de apertura.
Los signos de apertura de interrogación y exclamación son un invento del siglo XVIII. Se introdujeron en nuestra ortografía porque facilitaban la lectura. Cuando llegaron, ya estaban asentados los usos de los signos de cierre. Te explico esto para que entiendas por qué se comportan de manera diferente en cuanto a los usos de la mayúscula.
Para los signos de apertura, olvídate del punto que incluyen en su forma. Estos signos ni quitan ni ponen para la aparición de mayúscula: es como si no estuvieran ahí. La palabra que aparece a continuación llevará mayúscula si acaso le corresponde por alguna regla; por ejemplo, por encabezar un enunciado:
(1) ¿Qué quieres de mí?
Da la casualidad de que la primera palabra de una pregunta (o exclamación) suele ser la primera del enunciado, pero eso es pura coincidencia.
Cuando no hay ninguna regla que autorice la mayúscula, simplemente vamos a escribir con minúscula porque esa es la opción por defecto. En el siguiente ejemplo, la exclamación se abre después de una coma:
(2) Ramirito, ¡quédate donde estás!
Tú imagínate que ese signo de apertura no está ahí. ¿Qué corresponde después de la coma? Una minúscula, como no podía ser menos. Por eso, en el ejemplo empiezo a escribir con minúscula en el interior de la exclamación.
Ni siquiera es necesario que aparezca un signo de puntuación antes de la apertura. En ocasiones te vas a encontrar ejemplos como este:
(3) Pero ¿adónde vas con ese perro?
Haz la misma operación. Imagínate que el signo de apertura no está ahí. ¿Cómo escribimos después de ese pero? Lógicamente, con minúscula. Problema solucionado.
Ya que estamos, aclaro que es un error frecuente interponer una coma entre pero y el signo de apertura en ejemplos como el que te acabo de mostrar. Ya hemos visto que la apertura de interrogación o exclamación ni quita ni pone para el uso de mayúscula. Pues bien, el que ese signo de apertura esté ahí tampoco implica que deba ir precedido de otros signos de puntuación. Estos solamente se colocan en esa posición si hay alguna regla que lo autoriza. De lo contrario, tienen que desaparecer. Después de pero no puedes escribir una coma. Por tanto, tampoco podrás insertarla ahí aunque abras una pregunta a continuación. Si acaso, lo que podría haber son dos comas, pero en ese caso estaríamos ante algún tipo de añadido que se incrusta:
(4) Pero, Ramirito, ¿adónde vas con ese perro?
En esta nueva versión del ejemplo, he incrustado un vocativo. El vocativo se aísla con comas obligatoriamente. Eso explica las que lo flanquean. Hablé de estas cuestiones en el módulo No te Comas la Coma.
¿Y qué ocurre cuando aparecen varias preguntas o varias exclamaciones seguidas? Vas a seguir aplicando la misma estrategia de antes. Mira este ejemplo:
(5) ¿Eres tú? ¿De dónde vienes? ¿Qué horas son estas?
Imagínate que los signos de apertura no están ahí. ¿Qué correspondería escribir en cada caso: mayúscula o minúscula? Después del cierre de interrogación corresponde mayúscula y, por tanto, eso es lo que procede en el ejemplo anterior. En cambio, en este otro ejemplo la cosa cambia:
(6) ¡Horror!, ¡terror!, ¡furor!
Elimina mentalmente los signos de apertura. Lo que te queda es el signo de cierre seguido de una coma. Ya hemos dicho que la coma cancela el punto del signo de cierre y, por tanto, la posibilidad de escribir mayúscula. En consecuencia, lo que corresponde arriba es empezar con minúscula dentro de la exclamación, tal como he hecho.